El Reiki es una palabra japonesa que significa energía vital universal; en la actualidad, esa palabra se está utilizando para identificar el Sistema Usui de curación natural, nombre dado en homenaje a su descubridor, Mikao Usui. Es el pensamiento divino encerrado dentro de la forma. La iniciación al Reiki libera esta energía y modifica la forma que la contiene.
Es una beneficiosa y agradable luz que circula por el interior de todo organismo vivo. Esta energía es la obra de la creación divina. No pertenece a nadie, a ningún grupo ni a ninguna comunidad en particular. Circula ininterrumpidamente por el sistema sanguíneo y atraviesa los nervios, los meridianos y los nadis.
Es una energía que no se crea ni se destruye. Es una fuerza de curación que reestablece el equilibrio cuando se produce una disfunción energética.
El practicante de Reiki, cuando es consciente del flujo de esta energía, se une a ella, la energía lo llena con su presencia y le proporciona un bienestar, una plenitud, e ilumina su alma y su espíritu por su manifestación.