SALEM

SALEM

miércoles, febrero 23

Anillo Atlante


Sabías qué?

Su forma, procedente del Valle Luxor, en Egipto, fue descubierta hace más de cincuenta años por el egiptólogo Howard Carter. Las personas que experimentan y que tienen gran sensibilidad para apreciar las energías de todo tipo, reconocen que se puede medir la influencia de las formas.
Cuando se encuentran con la forma de nueve rectángulos franqueados por dos triángulos en los extremos, parecen hallar una energía benéfica. Esta disposición especial fue hallada en una tumba egipcia.
El anillo atlante tiene por tanto fama de crear una zona protectora alrededor de quien lo porta, de favorecer la curación de enfermedades y de mejorar los procesos lógicos y los intuitivos. Proporciona «un equilibrio y una protección absolutas, que constituyen una barrera eficaz contra toda clase de ataque astral. Se puede usar en cualquier dedo de la mano y llevarlo como colgante; otra forma es mantenerlo en casa colocado en un cuarto o habitación donde se haga vida en común. Crea una barrera protectora contra las energías indeseables.
Para que funcione, es recomendable activarlo dentro de una pirámide testigo u otro instrumento de activación y programación, por ejemplo: dejándolo a luz de la luna llena y al día siguiente al sol y así se conseguira tener las dos energías, o siguiendo un ritual esotérico específico para el anillo atlante. Utilizando la radiestesia se pueden medir las características del anillo o dije atlante. Es posible observar su poder protector y la energía eliminadora de vibraciones indeseables.

El anillo atlante protege de las vibraciones negativas de cualquier tipo, tanto de los maleficios, encantamientos, maldiciones y sortilegios, como de las perturbaciones vibratorias peligrosas de la naturaleza. Entre estas se encuentran los terremotos y las ondas magnéticas negativas provenientes de la tierra (geopatías), originadas por el campo eléctrico que se forma por el rozamiento de corrientes de agua subterráneas que circulan debajo de algunas casas, escuelas y oficinas, en las cuáles se altera permanentemente la salud, capacidad y felicidad de sus ocupantes. Esta pieza esotérica también protege de accidentes.
Se agudiza su premonición o sexto sentido, lo que les permite conocer lo que sucede, sin necesidad de tener información previa ni de razonar.
Para potenciar sus propiedades re-equilibrantes en una zona específica del cuerpo, llévese en el dedo que más le convengan:
  • En el dedo meñique de la mano: Relacionado con la circulación sanguínea y las emociones. Se debe dar un suave masaje energético en el Meridiano del Corazón.
  • En el dedo anular: Relacionado con las transformaciones metabólicas, ayuda a circular la energía estancada en los canales sutiles, también ayuda en la regeneración de los órganos. Actúa levemente en el Aparato Digestivo, Genital y Urinario.
  • En el dedo corazón: Influye sobre diferentes funciones del cuerpo y especialmente, sobre los huesos, el esqueleto y el cráneo. Frena el agotamiento cardíaco, la manía, el estrés, la histeria y la ansiedad. Alivia la migraña y el dolor en la menstruación. Y regula las palpitaciones, el hígado y el insomnio.
  • En el dedo índice: Influye en el sistema nervioso central, médula y columna vertebral, calma el dolor. Otorga vitalidad, acción, y sobre todo protección Psíquica, frente a personas dañinas o ambientes extraños... ya sea en el trabajo, la familia, o sitio al que viajemos. Muy útil a la hora de hacer tratos en los negocios. Su "factor equilibrante" produce la armonía y buena voluntad requerida en esos momentos (es cuestión del "efecto porcentaje" y de la situación kármica del poseedor del anillo).
  • En el dedo índice de la mano derecha: Para resolver problemas.
  • El dedo índice de la mano izquierda: para recibir beneficios.
  • En el pulgar: Facilita la respiración y la asimilación pránica. Beneficia en todos los problemas de la garganta. Su suave efecto incide en la laringe, amígdalas, oídos y sistema linfático.

Se puede encontrar con pequeños agujeros en el centro y en los extremos o sin los mismos. Las pruebas no han apreciado que haya diferencia en cuanto a los efectos observados.